Mi 2023

En estas fechas internet está rebosando de listas en las que la gente comenta su juegos favoritos del año. Los Baldur’s Gate 3 o Zelda de turno asoman por casi todas las listas, entonces no tiene mucho sentido que incida yo también en lo mismo, sí los dos son increíbles, si podéis jugadlos. Entonces he decidido copiar un poco el formato que está siguiendo la gente de Anaitgames. Voy a hablar de mi año, he jugado mucho, mucho de este año, pero también mucho de otros años. No voy a comentar todos los juegos uno por uno, pero sí que hay muchos que me gustaría destacar y si, de paso, encontráis alguna joyita que se os haya pasado eso que nos llevamos todos.

Este ha sido un año complicado. Un año lleno de juegazos que se recordarán durante años, pero también un año con cientos de despidos y de cierres de estudios que hacen que el año deje un sabor agridulce. No creo que desde aquí pueda hacer más que ser consciente de ello, reivindicar lo bueno sin olvidar que todo eso malo también ha ocurrido, es triste que estemos celebrando lo bien que han salido muchos de sus trabajos mientras estas cosas están pasando. Esto dejará una marca en la industria que dudo que se cierre pronto, y notaremos las consecuencias en los próximos años.

Cambiando de tercio, no se me ocurre otra forma de tratar esto que ir en orden. Para mí no hay juegos que definan mejor los primeros meses de al año Hi-Fi Rush y Resident Evil 4 Remake. El primero apareció por sorpresa. Un juego de acción basado en dar los combos y los golpes al ritmo de la música. Un juego original, bonito, con personajes carismáticos y que recuerda al tipo de juego de la generación de PS2 en el mejor de los sentidos. El otro de esta pareja es un remake de uno de los juegos más influyentes de esa misma generación, pero a mí me atrajo por ser uno de los juegos que más disfruté en mis inicios en este medio. Un juego que quería ser serio a ratos, pero se acaba convirtiendo en una de las comedias de aventuras más divertidas que recuerdo. Y este remake le mete la posibilidad de hacerle parry a una motosierra, quiero decir, imprescindible.

Viendo lo que jugué parece que en Abril, Mayo y Junio veo que me puse muy a tope, pero no puedo comentar todo. No haría justicia a muchos de esos juegos simplemente dejando su nombre caer. Por lo que de esos tres meses voy a destacar tres juegos en los que se me hace imposible no parar. El primero es Humanity, un juego de puzzles en el que debes guiar grupos de gente en diferentes niveles para resolverlos. Se apoya en la sinestesia y en una música increíble para acompañar esos niveles. El segundo de estos es el obvio, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. A este he jugado menos que al Breath of the Wild, y supongo que eso define bastante mi experiencia con él. Me parece mejor que el anterior, pero me ha dejado menos poso de lo que lo hizo el primero en su momento. Y, por último, no puedo seguir sin mencionar Street Fighter 6. Desde hace unos años los juegos de lucha están dejando marca en mi rutina de juego, y este Street Fighter llega para quedarse y romperme los esquemas permanentemente.

A partir de aquí es donde en mi año empiezan a entrar muchos tipos de juegos, por lo que se complica organizar este texto. Siento que en lo que llevo no he comentado muchos indies, esto no es porque no haya jugado ninguno, sino que mis más destacados empezaron a salir a partir de verano. Un estelar Venba que trata de forma magnífica los problemas por los que pasa una familia en una cultura muy distinta a la suya. El maravilloso The Cosmic Wheel Sisterhood que me dejó pensando en él durante meses y al que prefiero dedicarle otro texto en otro momento porque quiero hacer justicia a lo mucho que me gustó. También un sobresaliente Sea of Stars que trae un RPG a la antigua super resultón, un Cocoon que tiene unos puzzles que, aunque sencillos, te vuelan la cabeza, o un A Space for the Unbound que te deja queriendo ser tu mismo. Al final sí que he acabado soltando nombres con poca explicación, pero sabe mal dejar fuera a tanto juego que tanto me ha gustado y, aún con todo, se están quedando fuera muchos.

Indies aparte hay otros 3 juegos que en verano me dieron fuerte. Uno es, obviamente, Baldur’s Gate 3 del que prefiero no hablar demasiado porque si no este texto va a dar para libro, tampoco creo que tenga mucho que añadir sobre él que no se haya dicho ya. Sí es tan bueno, y sí, si podéis, probadlo. Otro de este tridente es Persona 4 Golden. Después de disfrutar el año pasado del 5, pensé en repetir la jugada con el anterior, y fue de las mejores decisiones que he tomado este año. Un juego, que aunque en algunas partes le pesan los años, tiene un mensaje sobre la aceptación de uno mismo que funciona como un tiro que se acompaña con un grupo de personajes del que me acordaré toda la vida. Por último, asoma por aquí un juego que creo ha quedado olvidado en toda esta ristra de lanzamientos que hubo en esos meses, estoy hablando de Armored Core 6. From Software ha vuelto a esta saga con un juego medido, pero complejo y exigente que cuando aprendes cómo funciona te abraza como pocos. Nunca pensé que disfrutaría tanto un juego de montar mecas, pero aquí estamos.

Queda poco de año ya, y menos que yo quiera destacar. Siguiendo lo de anteriores párrafos, tengo fácil lo de destacar 3 juegos. Uno el que tenía que caer en esta lista, Cyberpunk 2077. He estado decenas de horas en Night City, disfrutando de un juego mejorado, que ni es ni será nunca lo que prometieron, pero sigue teniendo un algo que me conquistó. Y, hablando de tener un algo, Alan Wake 2 es uno de esos. Un juego triple A que parece de autor, donde Sam Lake y la gente de Remedy han conseguido crear un juego original que juega con la narrativa como pocos hacen en esos presupuestos y recomendable para todos los que le gusten los misterios y los giros locos. Por último, no me quedo agusto si no destaco Lies of P, no esperaba nada y creo que está lejos de ser perfecto, pero lo que me gustan los Souls-like me hace querer reconocer que es de los mejores que han salido de estudios externos a From, sino el mejor.

Acabo ya, pocos habréis llegado hasta aquí y os lo agradezco, solo hay una cosa más que quiero destacar. Este año he empezado la saga Yakuza o Like a Dragon, jugando al 0, Kiwami y Kiwami 2. No esperaba nada, pero los he disfrutado de una forma que no sé ni explicar. Es cierto que a veces hacen cosas un poco salidas de tono, que rozan la vergüenza ajena o incluso la ofensa. Pero esa mezcla de un personaje como Kiryu, a quién cada vez quiero más, una historia súper interesante, unas secundarias de risa como poco, y unos mensajes que de vez en cuando te demuestran que esta saga sabe lo que hay que decir y cuando. Esta saga se va ganando poco a poco un hueco en mi corazón.

Con esto cierro la entrada más larga que he hecho, por ahora. Podría haber hecho lo típico que es hacer una lista con un top 5 de mis juegos favoritos de 2023, pero ya estoy cansado de eso y seguro que encontráis listas así a montones, esta va a ser mi aportación. Espero que os guste, disfrutad de los jueguitos y felices fiestas.